En el marco de las celebraciones por los 200 años de independencia de Bolivia, el Gobierno Nacional, a través de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), entregó la rehabilitación del tramo I Comarapa – Mataral, parte de la estratégica carretera Angostura – Comarapa que conecta los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz
Con una inversión superior a 191 millones de bolivianos, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la obra forma parte del programa de integración vial rumbo al Bicentenario y reafirma el compromiso del presidente Luis Arce Catacora con el desarrollo económico y la integración territorial del país
El proyecto comprende una longitud de 52,90 kilómetros y se ejecutó bajo altos estándares técnicos y de seguridad adaptados a las condiciones geográficas y climáticas de esta importante vía interdepartamental. Los trabajos incluyeron reciclado estructural de la capa asfáltica con incorporación de cemento y material granular, colocación de una nueva carpeta de 75 mm de espesor, reconstrucción de obras de drenaje, estabilización de puntos críticos y mejoras en señalización vertical y horizontal, además de la instalación de barreras de seguridad Flex Beam y una alcantarilla longitudinal en el sector de La Palizada
“La entrega de esta obra no es solo una mejora en el camino, es una mejora en la vida de las familias cruceñas. Esta obra es el reflejo del compromiso del presidente Luis Arce con la reactivación económica, la integración de nuestros pueblos y el desarrollo con justicia social”, destacó el presidente ejecutivo de la ABC, Julián Nicolás Toledo, durante el acto realizado en Comarapa
Más allá del impacto técnico, la obra beneficia directamente a más de 17 mil habitantes, impulsa el comercio interdepartamental, reduce tiempos de viaje y fortalece la conexión productiva de los valles cruceños con el resto del país, consolidándose como una vía clave para dinamizar la economía local y garantizar un tránsito seguro y eficiente
Con cada kilómetro entregado, el Gobierno Nacional avanza hacia una Bolivia más integrada y resiliente. Esta carretera no es solo infraestructura de transporte: es símbolo de progreso, esperanza y unidad en el camino hacia el Bicentenario