Mientras Estados Unidos recurre a viejas fórmulas de presión comercial —subiendo aranceles y agitando el proteccionismo como arma geopolítica—, China avanza de forma silenciosa pero contundente hacia un rediseño total del orden económico global. Ya no se trata solo de responder a los castigos arancelarios de Washington; el gigante asiático está sentando las bases de lo que muchos ya llaman el Sistema Bretton Woods 2.0: una nueva arquitectura financiera sustentada en el yuan digital, redes de pagos propias y una infraestructura tecnológica autónoma. En lugar de confrontar, China crea. En vez de reaccionar, anticipa. Esta estrategia, más cercana a una reprogramación sistémica que a un conflicto tradicional, está desplazando al dólar sin necesidad de disparar una sola bala. La revolución ya comenzó, y su campo de batalla es la infraestructura del siglo XXI.
Por: Martin Moreira
Miembro de la Red Boliviana de Economía Política
En 2025, Bolivia enfrenta una grave crisis inflacionaria que ha afectado considerablemente la economía del país, especialmente el poder adquisitivo de la población. Esta situación ha sido exacerbada por varios factores, entre los que destacan la crisis política interna, que ha bloqueado la aprobación de leyes cruciales, y el contrabando, la especulación y las malas prácticas comerciales que intensifican el aumento de los precios. Frente a este panorama, el gobierno ha implementado diversas medidas, entre ellas la Séptima Disposición del PGE 2025, una estrategia clave para enfrentar la inflación y garantizar el abastecimiento de productos esenciales a precios razonables. Esta disposición se presenta como una respuesta urgente y necesaria para mitigar los efectos de la crisis y proteger la economía de los bolivianos.